Cuando el Año No Inicia Como Esperábamos: Cómo Afrontar los Retos del Nuevo Comienzo
- Claudia Pizzati
- 16 ene
- 4 Min. de lectura
El inicio de un nuevo año suele venir cargado de expectativas, metas y la esperanza de un comienzo fresco. Sin embargo, la vida no siempre se alinea con nuestras aspiraciones. Hay momentos en los que el año comienza de manera difícil, con pérdidas, duelos, problemas económicos o enfermedades que nublan la ilusión de avanzar. Si este es tu caso, queremos recordarte que incluso en medio de la dificultad, hay maneras de cuidar de ti, encontrar esperanza y construir un camino hacia adelante.

1. Acepta el Momento Presente sin Juzgarlo
Es normal sentir frustración, tristeza o incluso enojo cuando las cosas no van como esperabas. Sin embargo, pelear contra la realidad solo genera más angustia. Practicar la aceptación radical no significa resignarse, sino reconocer que este es el punto de partida desde donde puedes comenzar a sanar o avanzar. Permítete sentir tus emociones sin juzgarlas ni reprimirlas, dándote el espacio necesario para procesar lo que estás viviendo.
Reflexión: ¿Qué puedo hacer hoy para cuidar de mí mismo(a) en medio de esta situación?

2. Redefine tus Expectativas y Metas
Cuando las circunstancias cambian, es importante ajustar las metas y expectativas. Si estás atravesando un momento difícil, tus prioridades pueden necesitar un enfoque más compasivo y realista. Tal vez este año no sea el momento de alcanzar grandes metas, sino de centrarte en cuidar tu salud mental, construir estabilidad emocional o atravesar tu duelo con amor y paciencia.
Redefinir tus objetivos no significa que hayas fracasado, sino que estás honrando tus necesidades actuales.
Ejemplo: Si tenías como objetivo un proyecto ambicioso, considera dividirlo en pequeños pasos o posponerlo hasta sentirte más preparado(a).
3. Busca Apoyo en tus Redes de Confianza
No tienes que enfrentar las dificultades solo(a). Hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental puede brindarte alivio y una perspectiva renovada. Compartir lo que sientes con alguien que te escuche sin juzgar puede ser un paso importante para aliviar el peso emocional.
Además, recuerda que el apoyo no siempre tiene que ser verbal. Pasar tiempo con personas queridas, recibir gestos de cariño o simplemente estar acompañado(a) puede marcar una gran diferencia.
Reflexión: ¿Quién en mi círculo de confianza puede brindarme apoyo en este momento?

4. Reconoce los Pequeños Logros
En momentos difíciles, incluso levantarte de la cama, prepararte un desayuno o cumplir con una tarea sencilla puede ser un logro significativo. Reconocer estas pequeñas victorias te ayuda a enfocarte en lo que sí estás logrando y no en lo que falta. La acumulación de estos pequeños pasos, con el tiempo, puede llevarte a sentirte más fuerte y capaz.
Ejercicio: Lleva un registro diario de tus logros, por pequeños que sean. Esto puede ayudarte a valorar tu progreso y mantener una perspectiva más positiva.
5. Permítete Pausas para el Autocuidado
Enfrentar desafíos emocionales o físicos puede ser agotador, por lo que el autocuidado se vuelve más importante que nunca. Dedica tiempo a actividades que te reconforten, como escuchar música, leer, meditar o caminar al aire libre. Estas pausas no son un lujo, sino una necesidad para mantener tu bienestar emocional.
Reflexión: ¿Qué actividad pequeña podría brindarme calma o consuelo hoy?
6. Enfócate en lo que Puedes Controlar
Cuando los problemas parecen abrumadores, es útil separar aquello que está bajo tu control de lo que no lo está. Aunque no puedes cambiar algunas circunstancias, puedes decidir cómo responder a ellas. Enfocarte en lo que sí puedes hacer, por pequeño que sea, te da una sensación de empoderamiento y dirección.
Ejemplo: Si enfrentas una pérdida, puedes decidir honrar tus sentimientos o buscar apoyo. Si enfrentas problemas financieros, puedes enfocarte en pequeños pasos para organizar tus gastos.

7. Abraza la Esperanza como un Proceso
Aunque los momentos difíciles pueden oscurecer la esperanza, recuerda que las temporadas de dolor no son permanentes. La esperanza no significa ignorar el sufrimiento, sino confiar en que este momento no definirá el resto de tu vida. Abraza el proceso de sanar y avanzar, reconociendo que incluso en medio de la dificultad, estás creciendo y aprendiendo.
Ejercicio: Al final del día, escribe una cosa, por pequeña que sea, que te dé esperanza o gratitud. Esto puede ayudarte a cultivar una mentalidad más resiliente.
Reflexión Final
Un inicio de año difícil no define lo que será el resto de tu camino. Aunque el dolor, las pérdidas o los problemas puedan parecer abrumadores, cada día es una nueva oportunidad para cuidarte, avanzar a tu propio ritmo y encontrar pequeñas luces en medio de la oscuridad. Recuerda que no estás solo(a) en este proceso y que buscar apoyo es una muestra de fortaleza.
Este año, en lugar de enfocarte en lo que no ha salido como esperabas, plantéate la pregunta: ¿Cómo puedo avanzar de manera compasiva conmigo mismo(a) desde este punto?
Fuentes:
Neff, K. (2011). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. New York: HarperCollins.
Brown, B. (2015). Rising Strong: How the Ability to Reset Transforms the Way We Live, Love, Parent, and Lead. New York: Spiegel & Grau.
American Psychological Association (2021). Managing Difficult Emotions in Tough Times.
Comments